La electricidad comenzó a regresar a Chile después de un gran apagón que afectó al 80% de los consumidores de electricidad del país el martes (25/2), según la Superintendencia Chilena de Electricidad y Combustibles, lo que obligó al gobierno a declarar estado de emergencia y toque de queda nocturno.
Millones de hogares quedaron sin energía durante horas desde el inicio de la tarde debido a la desconexión del sistema de transmisión de una gran línea de energía en el norte del país.
El apagón causó un gran caos en el tráfico, especialmente en la capital, Santiago. Diversas actividades económicas se vieron afectadas, como las bancarias, financieras, mineras y comerciales. Hospitales y otros servicios esenciales se pusieron en situación de riesgo.
Miles de agentes de seguridad tuvieron que ser movilizados para controlar el orden público.
“Lo que ocurrió hoy nos indigna. Es inaceptable que la vida cotidiana de millones de personas se vea afectada por la responsabilidad de una o más empresas”, dijo el presidente de Chile, Gabriel Boric.
Boric culpó al sector privado por el apagón, que calificó de “ultrajante”. Dijo que es “deber del Estado de Chile” investigar y “hacer cumplir” las “responsabilidades”.
El presidente explicó que el apagón fue “resultado de una falla de la empresa ISA Chile que causó un enorme apagón en gran parte del país… Como gobierno, tenemos el deber de estar muy atentos a esto todo el tiempo”.
El suministro de energía regresó gradualmente a algunos hogares, aunque de forma inestable.
Cuando Boric se dirigió a la nación, alrededor de las 22:00 hora local, la energía eléctrica había sido restaurada en 4,15 millones de hogares, poco menos del 50% del total afectado, según sus propios números.
Situación sin precedentes
El apagón ocurrió a las 15:15 hora local, obligando al gobierno chileno a convocar al Comité de Gestión de Riesgos de Desastres (Cogrid) para analizar la situación sin precedentes.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, anunció que se declaró estado de emergencia debido a la catástrofe y que se impuso un toque de queda desde las 22:00 hasta las 6:00.
La medida se aplicó desde la región de Arica, en el extremo norte del país, hasta la región de Los Lagos, en el sur.
Aunque la luz se restableció gradualmente, el presidente decidió mantener el estado de emergencia y el toque de queda para garantizar la “seguridad de la población”.
El gobierno también decidió suspender las clases en las escuelas del país el miércoles (26/2), según Gabriel Boric, quien advirtió que la medida permanecerá en vigor incluso si el servicio se restablece, ya que la idea es tranquilizar a las familias.
Según la Coordinadora Eléctrica Nacional, organismo autónomo que organiza la operación del sistema, hasta el final de la noche del martes el servicio ya había comenzado a restablecerse en lugares como “Arica, el centro cívico de Santiago y algunas comunas, San Fernando, Chillán, Concepción y otras de la zona sur”.
Juan Carlos Olmedo, presidente del consejo de administración de la organización, dijo que el apagón fue causado por “una operación indeseada”.
Explicó que inicialmente una gran línea fue desconectada y que eso provocó una reacción en cadena que afectó a gran parte del sistema eléctrico del país.
Autor: Jerome Rutland