Un telescopio ubicado en Chile fue destacado como la tecnología más prometedora del año 2025. Se trata del Observatorio Vera C. Rubin, que ocupa el primer lugar en una reconocida lista internacional por su potencial de transformar la forma en que observamos el universo.
El telescopio fue presentado como la principal innovación tecnológica del año durante un evento internacional. Según los especialistas, su capacidade de mapear el cielo nocturno de forma detallada y continua permitirá grandes avances en astronomía, como el estudio de la materia oscura y la identificación de objetos celestes en movimiento.
La inteligencia artificial generativa, que dominó el debate tecnológico en los últimos años, quedó en segundo lugar en el ranking. Aun así, continúa teniendo un papel central en diversas innovaciones, especialmente con la evolución de los agentes autónomos capaces de ejecutar tareas completas sin intervención humana.
Uno de los desafíos destacados en el uso de la inteligencia artificial es su relación con la veracidad de las informaciones generadas. Se enfatiza la importancia de desarrollar mecanismos que aseguren que los sistemas comprendan y transmitan datos verdaderos.
En la tercera posición aparecen los modelos de lenguaje pequeños (SLMs), que consumen menos energía, requieren menos recursos como agua y pueden funcionar de manera eficiente en dispositivos móviles. Estas versiones más compactas permiten aplicaciones más específicas y seguras.
También se abordó la necesidad de establecer regulaciones globales para el uso de la inteligencia artificial, a fin de mitigar riesgos como el desempleo y los fraudes. Muchos líderes tecnológicos aún enfrentan incertidumbre sobre cómo implementar estas ferramentas, a pesar de la presión por adoptarlas.
La evolución de la inteligencia artificial sigue el patrón clásico de adopción tecnológica: un auge inicial, seguido de frustraciones con la aplicabilidad, y ahora una etapa de mayor claridad y uso racional.
Otra tendencia destacada fue la necesidad de ampliar la infraestructura digital para permitir el acceso más equitativo a las innovaciones. Entre las tecnologías votadas por el público se encuentran también las interfaces cerebro-computadora, que ganan espacio en la robótica y ofrecen nuevas posibilidades especialmente para personas con discapacidad.
Finalmente, se hizo una reflexión sobre el papel estratégico de las universidades en el desarrollo tecnológico y la innovación. La inversión en investigación académica es vista como una oportunidad crucial para países que buscan ganar protagonismo en el escenario global en los próximos años.
Autor: Jerome Rutland