Los devastadores incendios forestales que comenzaron el viernes 2 de febrero en la zona centro de Chile, particularmente en la región de Valparaíso, han causado una tragedia sin precedentes en la historia reciente del país. Según datos actualizados hasta el martes, el número de víctimas fatales asciende a 131 personas, mientras que más de 300 continúan desaparecidas. Estas cifras convierten esta catástrofe en la más letal que ha sufrido Chile desde el terremoto de 2010.
Frente a esta situación, el arzobispo de Santiago, monseñor Fernando Chomali, expresó su profunda consternación y solidaridad con las comunidades afectadas. “Lo que está ocurriendo en Valparaíso es verdaderamente trágico, es un desastre humanitario de grandes proporciones. La pérdida de vidas humanas, la destrucción de hogares, la angustia de quienes no saben nada de sus familiares… todo esto nos conmueve profundamente como Iglesia y como sociedad”, declaró el prelado en una entrevista concedida a Vatican News.
El arzobispo también señaló que diversas instituciones católicas, junto con comunidades parroquiales, están movilizando recursos para apoyar a las personas damnificadas. “La solidaridad se ha hecho presente desde el primer momento. Muchas parroquias están recolectando alimentos, ropa, medicamentos y ofreciendo espacios para acoger a quienes han perdido todo. Esta tragedia ha despertado una enorme ola de generosidad entre los fieles y también entre personas que no necesariamente son parte activa de la Iglesia”, afirmó.
Las autoridades locales y nacionales continúan trabajando para contener los focos activos de incendio, que se han visto intensificados por las altas temperaturas, los vientos fuertes y la sequedad del ambiente. Además, la posibilidad de que algunos focos hayan sido provocados intencionalmente está siendo investigada. El presidente Gabriel Boric lamentó la magnitud del desastre y decretó el estado de excepción constitucional para facilitar las labores de emergencia, incluyendo el despliegue de las Fuerzas Armadas en las zonas más afectadas.
Desde el Vaticano, el papa Francisco también expresó su cercanía espiritual con el pueblo chileno. A través de un mensaje enviado al presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Sergio Pérez de Arce, el pontífice manifestó su “afecto, cercanía espiritual y oración por las víctimas” de los incendios, encomendando a Dios el eterno descanso de los fallecidos, el consuelo para sus familias y la fortaleza de todos los que están trabajando para enfrentar esta tragedia.
Monseñor Chomali subrayó que, más allá de la ayuda material, la Iglesia también está brindando acompañamiento espiritual a las víctimas. “Muchas personas han perdido no solo sus casas, sino también a seres queridos. Hay un dolor muy profundo que necesita ser acompañado con escucha, con presencia, con oración. Como Iglesia, estamos llamados a estar al lado de quienes más sufren, y eso es lo que estamos haciendo”, concluyó.
Las tareas de búsqueda, rescate y reconstrucción seguirán siendo un enorme desafío para los próximos días. En medio del dolor y la incertidumbre, la esperanza renace a través de gestos de amor fraterno, como los que se multiplican en las calles, los templos y los centros comunitarios de Valparaíso y otras zonas impactadas.
Autor: Jerome Rutland